Sin lugar a duda se nota, una carrocería que crece en dimensiones respecto al CX-5, pasos de ruedas muy ensanchados para incrementar esa sensación, más ruda, de mayores tintes deportivos y claro, toda la parte baja es en plástico negro, con lo cual nos intenta decir que está lista para irse a la montaña.

No, no es un 4×4 en sí, pero si tiene mayor altura al piso que sus hermanas de gama, que combinado con un sistema de tracción integral que ahora ofrece un modo “off-road”, te permitirá aventurarte en el campo en tus salidas del fin de semana.

¿Y el interior?
El interior es lo que hemos visto en Mazda, con buenos materiales y acabados, y ¿por qué no? Hasta cierto olor característico, ese olor a auto nuevo que a propios y ajenos encanta y que los más cercanos al tema hasta pueden distinguir entre una marca y otra.

Volante, selector de cambios, pantalla, todo resulta familiar y de fácil operación, más aún si ya eres usuario de Mazda, te será fácil el cambio ahora que estrenes tu CX-50.
Mecánica
De motorizaciones aún no tenemos confirmado cuál o cuáles serán las ofrecidas para nuestro país, pero podemos tener en cuenta los cuatro cilindros de 2.5 litros con o sin turbo, mismos motores que ya conocemos y son usados en los otros productos de gama.

Con esto en mente, podremos esperar potencias desde los 184 hasta los 228 caballos y 310 lb-ft, esperemos un poco más. Ya que tengamos números para México, se los haremos saber, junto con los precios y versiones.












